Antes de una Reforma Fiscal seria mejor utilizar el barrilito de Senadores para el pais

 

Por Miguel Gonell Jackson

Ante el inminente apresto de una Reforma Fiscal, promovida por el reelecto presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, sería prudente analizar con todos los sectores de la sociedad quisqueyana, los efectos negativos que causaría la misma a los más pobres.

La población nacional, no soporta más cargas impositivas, si partimos de la realidad de los bajos salarios públicos y privados, devengados por los trabajadores criollos, el cual es inferior al alto costo de la canasta familiar, en incremento permanente, fruto de especulación que sin barreras ejecutan comerciantes mayoristas y detallistas en desmedro de los consumidores.

Viendo con una óptica objetiva, los daños y la sublevación que provocaría en las 32 provincias de la nación y en los dominicanos del exterior, una medida saludable es despojar del barrilito a los senadores, y utilizar dichos recursos en las necesidades prioritarias de la ciudadanía.

Las limitaciones económicas en que sobreviven las familias con las altas facturaciones de energía eléctrica, agua, recogida de basura, y otros, sería un golpe testicular que dejaría inmovil al pueblo dominicano.

No es un secreto que la vida de los quisqueyanos en el país no es peor, gracias a la solidaridad y preocupación de familiares y amigos, semanal, quincenal y mensualmente, les envían cajas, tanques de alimentos, medicinas, calzados, electrodomésticos y las remesas en dólares.

De no ser así, el gobierno dominicano presidido por el presidente Luis Abinader, tendría sobre sus hombros, la responsabilidad ineludible de llevar esa pesada carga. Una reforma fiscal para gravar con más impuestos al pueblo dominicano, es una medida desafortunada, desacertada y de mal gusto, cuando se pueden usar millones de pesos que mensualmente reciben los senadores de la República.  

De producirse estallarían en el país acciones de huelgas, que pondrían en peligro la estabilidad nacional. El presidente Luis Abinader, acaba de ganar en primera vuelta las elecciones del pasado 19 de mayo, donde obtuvo el mayor porcentaje de votos con relación a sus opositores.   

 La buena imagen del gobierno y del mandatario, no debe ser quebrantada con una Reforma Fiscal, que traerá angustia y desesperación a la población, pero más que eso el enojo de los dominicanos contra el gobierno, lo que podría costarle caro en un propósito del Partido Revolucionario Moderno, PRM, buscar el poder por tercera ocasión en los comicios de mayo 2028.

La advertencia está hecha, guerra avisada no mata soldado, y si lo mata, es por descuido.