Eregir estatua de Trujillo en la frontera Dominico-Haitiana, sera simbolo respetado



 Por Miguel Gonell Jackson


Si hubo un presidente dominicano que fue temido y respetado por la poblaciĂłn haitiana, ese fue Rafael Leonidas Trujillo Molina, quien puso control militar real, e insobornable en la frontera dominico-haitiana.


Las leyes migratorias se cumplĂ­an cabalmente, al igual que los acuerdos de contrataciones de braceros haitianos para el corte de la caña de azĂşcar.  


Era obligatorio, que los haitianos que venían con la misión antes señalada, abandonaran el territorio nacional en la fecha establecida, o de lo contrario, estaban expuestos a sanciones ejemplares del Gobierno Dominicano. Trujillo Molina, "No cojia corte".


Para esa fecha, no existĂ­a macuteo, contubernio o mafia militar, que violentara las reglas establecidas, ya que al descubrirse les costarĂ­a su vida,  


La figura imponente del mandatario criollo, creĂł un clima de respeto y terror, que aĂşn miles dominicanos que vivieron la era de Trujillo, y que aĂşn están vivos en estado de ancianidad, pero con su mente lĂşcida, recuerdan perfectamente. 


Es basado en esos testimonios reales de criollos del exterior y de dominicanos en el paĂ­s, que está ganando espacio, la propuesta de erigir una estatua en bronce de Rafael Leonidas Trujillo Molina, en la franja divisoria de la frontera de los dos paĂ­ses, con la mirada hacia el vecino paĂ­s, en señal de que en RepĂşblica Dominicana, existen patriotas de la estirpe de Trujillo Molina, dispuestos a ofrendar sus vidas en defensa de la patria, que nos legaran Los Trinitarios, encabezados por Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario SĂ nchez, Matias RamĂ´n Mella, y el restaurador General Gregorio LuperĂ´n.   


Solo se espera el permiso de las autoridades gubernamentales competentes, para la donación del terreno, donde será levantada la estatua, ya que decenas de patriotas del exterior y del país, están prestos a hacer los aportes económicos para costear los trabajos de lugar.


A los haitianos, hay que recordarles la historia, para que entiendan que en RepĂşblica Dominicana, hay hombres y mujeres dispuestos a empuñar el fusil, en pro de mantener  la Independencia Nacional, lograda el 27 de febrero de 1844. 


No sigan molestando las avispas criollas, que les pueden picar, dejándoles ronchas inolvidables para toda su vida.

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