Iglesia y CDP respaldan frenar la vulgaridad en los medios
SANTO DOMINGO.-La Iglesia católica y el Colegio Dominicano de Periodistas le dieron ayer un espaldarazo al Ministerio de Cultura y a su Resolución 17-2024, que traza pautas sobre el comportamiento que habrán de someterse los programas radiales y televisivos que usan un lenguaje grosero en sus transmisiones.
Monseñor JesĂşs Castro Marte, obispo de la diĂłcesis de Nuestra Señora de La Altagracia en HigĂĽey, el padre Kennedy RodrĂguez, director de Multimedios Vida, asĂ como Aurelio HenrĂquez, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, y Carlos Cepeda Suriel, director de la Escuela Nacional LocuciĂłn Otto Rivera, se mostraron totalmente de acuerdo con la regulaciĂłn de los medios que emiten mensajes agresivos, llenos de antivalores que no ayudan a la sociedad y que promueven la violencia.
“Frente al feroz ataque y desafĂo a los valores familiares y principios de buen vivir de la sociedad dominicana, respaldamos y ratificamos de manera categĂłrica la resoluciĂłn emitida por la ministra de Cultura, Milagros Germán, tendente a contrarrestar el desenfreno, la vulgaridad y los antivalores a travĂ©s de los medios de comunicaciĂłn durante la transmisiĂłn de espectáculos pĂşblicos, radiales o televisivos, regulando y pautando el lenguaje obsceno y explĂcito y cualesquier otro tipo de influencia malsana que perturbe el desarrollo armĂłnico de la niñez y la juventud dominicana”, enfatizĂł el obispo de HigĂĽey.
Dijo que dicha resolución vino a poner el dedo en la llaga frente al descalabro comunicacional existente y los antivalores sociales promovidos por las plataformas digitales, que, sin ninguna ley que los reglamente, controle y penalice, han llevado sin escrúpulos a su máxima expresión el deshonor y la deshonra de la dignidad humana, con el deliberado despropósito de monetizar el pseudocontenido de sus programas y rivalizar los malos ejemplos y la transculturación de las inconductas y nuevos estilos de vida apartados de las buenas costumbres y valores humanos que inculcaron y enseñaron los padres en sus casa.
InsistiĂł en que basta ya de falta de respeto y de vulgaridad. AgregĂł que los acuerdos internacionales han establecido funciones especĂficas a la comunicaciĂłn, que deben ser cumplidas.
RecordĂł que en los tiempos de doña Zaida Ginebra viuda LovatĂłn habĂan unos controles, tanto de la mĂşsica que se tocaba en las emisoras, asĂ como de quienes ejercĂan el oficio de comunicar.
Sin embargo, hoy para hablar en un medio de comunicaciĂłn no se necesita estudiar ni someterse a exámenes y basta con que te hagas viral en alguna red social, aĂşn sea con un hecho reprochable, o que acumules cierta cantidad de suscriptores, y calificas para estar en los programas de mayor influencia de la radio y la televisiĂłn del paĂs.
En una tĂłnica similar se expresĂł el reverendo padre Kennedy RodrĂguez, director de los Multimedios Vida, al decir estar totalmente de acuerdo en que se regulen los medios que no ayudan a la sociedad y que promueven e incitan a la violencia.
“Es lamentable que esos programas hagan tanto daño y que las autoridades competentes hasta ahora no han hecho nada, gracias a a Dios se están poniendo las pilas para que eso tenga sus consecuencias y amonestaciĂłn”.
Al igual que ellos, el profesional del micrĂłfono Carlos Cepeda Suriel dijo que la vulgaridad en los medios audiovisuales le preocupa sobremanera, porque es un reflejo claro del deterioro moral que vive la sociedad dominicana.
ConsiderĂł que la meta de muchos es alcanzar niveles de popularidad, aunque lo que ofrezcan al pĂşblico sean mensajes vacĂos, construidos a base de un lenguaje soez, carente de toda racionalidad y, por supuesto, ausente de calidad.
Carlos Cepeda afirma que ese modelo de comunicaciĂłn impacta de manera muy negativa a la juventud, que en su mayorĂa ven en esos seudos comunicadores un patrĂłn a seguir.
Extensivo. Como presidente del CDP, Aurelio HenrĂquez dijo apoyar en todas sus partes la resoluciĂłn de Cultura en aras de mejorar el lenguaje utilizado en los medios de comunicaciĂłn, incluso abarcando las redes sociales, consideradas por la UNESCO como medios de difusiĂłn por los ciudadanos.
“Consideramos que ya es tiempo de que el Estado dominicano proteja a los ciudadanos que reciben informaciĂłn por diferentes medios de comunicaciĂłn porque ese lenguaje lo que viene es a distorsionar lo que es la convivencia y la paz social entre los ciudadanos”.
Dijo que esos medios muchas veces sirven informaciones distorsionadas no comprobadas y les sirven a intereses que no se ajustan a la realidad y, en vez de servir, vulneran a los niños que no saben si esas informaciones son correctas o no.



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