Los humos por encima de la cabeza
MIRANDO POR EL RETROVISOR
Por Juan Salazar
Desde la etapa de estudiantes, quienes decidimos abrazar el periodismo, tenemos que lidiar con las incertidumbres, frustraciones, desilusiones y temores. Se da mucho más en la etapa inicial, pero nos acompañan a todo lo largo del ejercicio, a tal punto que muchos llegan a preguntarse si eligieron la profesión correcta.
He visto alumnos con todas las condiciones para ser exitosos en la carrera, pero una frustraciĂłn en la etapa inicial los ha llevado a declinar o a emigrar a otra profesiĂłn. Recuerdo el caso de una excelente estudiante –por lo menos eso demostrĂł en los cuatrimestres iniciales- que decidiĂł mudarse a otra carrera inconforme con la calificaciĂłn de un profesor en una asignatura.
Mi rol de docente en una universidad, mis propias experiencias y el contacto tan frecuente con profesionales de la conducta humana, me han permitido palpar con mayor facilidad cuando estoy ante un estudiante o colega que enfrenta una situación traumática durante su ejercicio.
Pero de mis propias experiencias surge la empatĂa con los estudiantes y periodistas que hacen sus pininos en los medios de comunicaciĂłn. Recientemente me topĂ© con el caso de unos estudiantes que necesitaban una entrevista para su tesis de grado en la universidad, lo que habĂan gestionado infructuosamente con varios ejecutivos de medios. Quizás algunos entiendan que esas entrevistas les roban un tiempo precioso en su faena diaria dentro de las redacciones, olvidando que tambiĂ©n fueron estudiantes que solicitaron esos apoyos con vehemencia y quizás encontraron a quienes les calmaron la desilusiĂłn que implica no alcanzar un objetivo tan simple en esa etapa de la formaciĂłn acadĂ©mica.
Traigo el tema a colaciĂłn porque el pasado viernes en la noche asistĂ a la conferencia “CĂłmo vencer el miedo y convertirlo en nuestro mejor aliado”, dictada por la comunicadora puertorriqueña MarĂa Celeste Arrarás, quien estuvo en el paĂs para el evento “Simposio Iberoamericano de ComunicaciĂłn 2024”, invitada por Fábrica de Contenidos y Markatel Comunicaciones, liderados por las periodistas Marta QuĂ©liz y Soraida de Marchena.
Dentro de las experiencias expuestas en la conferencia por Arrarás y que la han llevado a adquirir las herramientas para vencer el miedo durante su dilatado ejercicio, me encantĂł la que compartiĂł del humilde pescador Don Pachico, quien logrĂł vencer los intentos de depredar el Santuario de las Ballenas Grises, en la Laguna San Ignacio de MĂ©xico. Su reflexiĂłn puntual al respecto es que “Hasta la persona más humilde consigue lo que se propone, si logra vencer sus miedos”.
Y de Arrarás, ganadora de tres premios Emy y con una trayectoria internacional tan destacada en las cadenas televisivas UnivisiĂłn y Telemundo, especialmente a travĂ©s de los programas “Primer Impacto” y “Al rojo vivo”, uno de los detalles que más me impresionĂł es que conserva su humildad en medio del Ă©xito alcanzado.
La comunicadora y escritora estuvo el jueves pasado en ListĂn Diario para un almuerzo que se extendiĂł por cerca de tres horas, a propĂłsito de su conferencia del dĂa siguiente. PensĂ© que se marcharĂa tan pronto terminara ese encuentro, pero sacĂł tiempo para entrar a la redacciĂłn, donde saludĂł a todos los periodistas, charlĂł entre risas con el personal y se tomĂł fotografĂas con todo el que quiso. Lo mismo hizo al tĂ©rmino de su conferencia del pasado viernes con el pĂşblico asistente.
Su actitud me lleva a inferir que gran parte de su éxito está precisamente en conservar la humildad en medio de los logros que suele proporcionar el ejercicio de la profesión, como aquel pescador de la Laguna San Ignacio.
DĂas antes de Arrarás, estuvo en ListĂn Diario una joven comunicadora dominicana para participar en un segmento. PasĂł rauda y veloz por la redacciĂłn para penetrar al set de la entrevista y saliĂł de la misma manera. Es probable que dejará en algunos admiradores de la redacciĂłn –yo no me incluyo- la desilusiĂłn de hacerse con ella una fotografĂa de recuerdo, especialmente jĂłvenes periodistas que sueñan ser como ella.
A los noveles periodistas mi sugerencia es que se miren en el espejo de Arrarás, especialmente con el auge de las tecnologĂas de la informaciĂłn y comunicaciĂłn que tanto envanecen. Precisamente, una de las reflexiones de la laureada comunicadora boricua en su conferencia, cuando fue cuestionada al respecto, es que “cuando la tecnologĂa nos atormenta, hay que ir a lo básico”.
Pues para concluir les cuento que el jueves fue un dĂa de emociones encontradas en la redacciĂłn de ListĂn Diario, primero por la encantadora presencia de MarĂa Celeste Arrarás y luego por el acto de despedida a las compañeras de labores Jhangeily Durán, RubĂ Morillo y Nayeli Reyes, quienes partirán a principios de octubre a España para realizar una maestrĂa en esa naciĂłn europea.
Fue una combinaciĂłn de tristeza por verlas partir y de alegrĂa porque sus compañeros de la redacciĂłn sabemos que han dado un paso que podrĂa marcar la diferencia en su ejercicio profesional. SĂ© que quizás en ellas estĂ© presente la incertidumbre que surge cuando se asume un nuevo desafĂo, pero tengo la convicciĂłn de que será encarado por ellas con valentĂa.
En una fotografĂa que me tomaron con las jĂłvenes comunicadoras ese dĂa y que luego colguĂ© en mis redes sociales, destaquĂ© que las tres dejan entre sus compañeros de redacciĂłn una huella imborrable de profesionalidad, humildad y hermandad que, si la conservan, cuando el Ă©xito les sonrĂa, serán en el futuro admiradas profesionales como Arrarás.
Mi exhortaciĂłn a que jamás olviden su etapa inicial del ejercicio. Y, cuando tengan de frente a jĂłvenes con los mismos anhelos e inquietudes que ellas tienen ahora, muestren esa humildad y empatĂa que podrĂa evitarles incertidumbres, frustraciones, desilusiones y temores a quienes se abren paso en la profesiĂłn.
Los comunicadores con una trayectoria exitosa en los medios deberĂan tener siempre presente el compromiso de sembrar optimismo en los profesionales que se inician en el ejercicio, como hizo Arrarás el pasado viernes en la redacciĂłn del ListĂn Diario y en su conferencia.
Y, como una forma de enfocarse también en lo básico, mostrar que, pese al éxito, los humos no están por encima de la cabeza.



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