Renacer
MIRANDO POR EL RETROVISOR
Por Juan Salazar
La pelĂcula “The revenant”, en español “El renacido” y estrenada en 2015, está basada en la situaciĂłn que enfrentĂł Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un explorador que guĂa a un grupo de tramperos en la bĂşsqueda de pieles por la parte septentrional de Estados Unidos.
Lo interesante del filme es que, para acometerlo, el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, sometiĂł al elenco a condiciones inhĂłspitas y climáticas extremas que pusieron en riesgo su salud fĂsica y mental, especialmente a Dicaprio, despuĂ©s de ser mortalmente herido por el ataque inesperado de un enorme oso grizzly u oso gris.
El director mexicano tenĂa la firme convicciĂłn de que el filme debĂa reflejar de la manera más real y creĂble el espĂritu de supervivencia en un territorio salvaje y bajo condiciones casi insoportables.
Y asĂ logrĂł el Ă©xito de la pelĂcula nominada a 12 premios Ă“scar, alzándose con las estatuillas de mejor director para González Iñárritu, mejor actor para DiCaprio y mejor fotografĂa para Emmanuel Lubezki.
Cuando vi la pelĂcula hace casi diez años me preguntĂ© ¿CĂłmo renacer en medio de un dolor profundo e inesperado? Y ahora me surgiĂł la misma inquietud al ver las escenas de sufrimiento que denotan un dolor intacto al cumplirse el primer mes de la tragedia en la discoteca Jet Set, hasta el momento con un saldo de 235 personas fallecidas.
Un grito que refleja la frustraciĂłn acumulada retumbĂł entre familiares y allegados de las vĂctimas que desfilaron ese dĂa por el altar colocado en la zona cero del centro de diversiĂłn: Justicia.
Esa sed de justicia deberá calmarse con una respuesta de las autoridades judiciales tan real y creĂble como la que intentĂł reflejar el director de “El renacido” en su pelĂcula.
A 30 dĂas de la tragedia que conmoviĂł a la sociedad dominicana, la peor decisiĂłn serĂa apostar al olvido, bajo el argumento de que el tiempo lo cura todo. Las vidas de las familias afectadas cambiaron para siempre. Es una realidad que ni siquiera mitigará una compensaciĂłn econĂłmica, que la mayorĂa no anhela.
Pero en lo que llegan las respuestas al porquĂ© de la tragedia y la pronta justicia, no podemos olvidarnos tambiĂ©n del apoyo psico-emocional para curar la aflicciĂłn, todavĂa intensa y latente.
Las expresiones de dolor que vi en el lugar del desastre, un mes después, indican que el apoyo emocional a las familias quizás fue una fiebre de sabana.
Por esa razĂłn me satisfizo tanto el acuerdo a que llegaron el Banco Popular Dominicano, la AlcaldĂa del Distrito Nacional, la Universidad UNIBE y la AsociaciĂłn Mundial de PsicologĂa en Emergencias, para ofrecer acompañamiento psicosocial a los niños, niñas y adolescentes huĂ©rfanos, a causa de la tragedia en la discoteca.
Las terapias se impartirán cada sábado de 11:00 de la mañana a 1:00 de la tarde, en el monumento Fray Antonio de Montesino, ubicado en el Malecón de Santo Domingo.
Un puntual gesto de solidaridad y acompañamiento que deberĂan imitar otras instituciones pĂşblicas y privadas.
Los menores de edad son las vĂctimas colaterales que tan frecuentemente olvidamos en medio de las tragedias. Pasa igual con los feminicidios-suicidios que dejan a tantos niños, niñas y adolescentes en medio de una realidad inesperada que no comprenden.
La Biblia, en el evangelio de Juan, capĂtulo 3, narra la conversaciĂłn que tuvo Jesucristo con Nicodemo, un lĂder religioso que se le acercĂł para preguntarle quĂ© debĂa hacer para ir al cielo. La respuesta de JesĂşs fue “Debes nacer de nuevo”. Y le enfatizĂł: “Quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3).
Pero Nicodemo, considerado un maestro en Israel, lo asimilĂł desde su lĂłgica humana. Sus respuestas con interrogantes fueron: ¿CĂłmo puede un hombre nacer (de nuevo) siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
JesĂşs no hablaba de un renacer fĂsico, sino espiritual. Se referĂa a un cambio interno, a una curaciĂłn emocional.
Como Hugh Glass, en “El renacido”, quienes perdieron familiares, amigos y allegados en Jet Set atraviesan todavĂa por un inhĂłspito y extremo desierto emocional que requiere un acompañamiento, sin pausas.
Necesitan que les brindemos nuevos propĂłsitos para renacer y seguir adelante, mientras esperan que una respuesta del Estado satisfaga plenamente su clamor de justicia.
Cuando a un dolor intenso se suma lo inesperado, el duelo es más traumático y prolongado, pero hay que enfrentarlo sin atajos para resurgir más fortalecidos.
Las huellas de esta tragedia siguen tan marcadas como el primer dĂa. Levantar un sĂłlido muro emocional alrededor de las familias serĂa como un bálsamo de consuelo en medio de las ausencias y la desesperanza.
Como sociedad, ayudemos a renacer emocionalmente a tantas familias laceradas por la tragedia de aquel 8 de abril, con solidaridad, acompañamiento y empatĂa, pero sin que el proceso se convierta en un ejercicio de supervivencia extrema, como hizo el director de “El renacido” con su elenco.



Escribe un comentario